2400 millones de mujeres en el mundo no tienen los mismos derechos económicos que los hombres.

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Según el informe del Banco Mundial titulado La Mujer, la Empresa y el Derecho 2022, alrededor de 2400 millones de mujeres en edad de trabajar no tienen igualdad de oportunidades económicas, y 178 países continúan con barreras legales que les impiden participar plenamente en la economía. En 86 países, las mujeres enfrentan algún tipo de restricción laboral, y 95 países no garantizan la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor.

A nivel mundial, las mujeres todavía acceden a solo tres cuartas partes de los derechos reconocidos a los hombres, lo que se traduce en una puntuación total de 76,5 sobre 100 puntos, que indicaría la existencia de una paridad jurídica completa. Sin embargo, a pesar del efecto desproporcionado que la pandemia mundial ha generado en la vida y los medios de subsistencia de las mujeres, 23 países reformaron sus leyes en el 2021 y dieron pasos muy necesarios para promover la inclusión económica de las mujeres, según el informe.

«Si bien se han logrados avances, a nivel mundial la brecha entre los ingresos esperados tanto de hombres y mujeres a lo largo de su vida es de USD 172 billones, casi dos veces el producto interno bruto (PIB) anual del mundo», señaló Mari Pangestu, Directora Gerente de Políticas de Desarrollo y Alianzas del Banco Mundial. «A medida que avanzamos hacia un desarrollo verde, resistente e inclusivo, los gobiernos deben acelerar el ritmo de las reformas legales, para que las mujeres puedan desarrollar todo su potencial y beneficiarse de manera plena y equitativa».

En 2021 las regiones de Oriente Medio y Norte de África y África al sur del Sahara mostraron las mejoras más significativas en el índice de La Mujer, la Empresa y el Derecho, aunque continúan rezagadas en términos generales con respecto a otras partes del mundo. Gabón se destaca por haber introducido amplias reformas en su código civil y por haber promulgado una ley sobre la eliminación de la violencia contra la mujer. La puntuación de este país aumentó de 57,5 en el 2020 a 82,5 en el 2021.

A nivel mundial, el mayor número de reformas correspondió a los indicadores de parentalidad, remuneración y trabajo. Muchas modificaciones se centraron en la protección contra el acoso sexual en el trabajo, la prohibición de la discriminación por razones de género, la extensión de la licencia remunerada para los nuevos padres y madres, y la eliminación de las restricciones laborales para las mujeres. Los indicadores de remuneración y parentalidad muestran los puntajes promedio más bajos del índice, pero durante el último año se elevaron en 0,9 y 0,7 puntos, respectivamente, y alcanzaron promedios de 68,7 y 55,6. Los avances en el indicador de parentalidad se han referido en gran medida a la licencia por paternidad y a la licencia parental compartida, pero su baja puntuación destaca la necesidad de acelerar las reformas en esta área.

En todo el mundo, 118 economías garantizan 14 semanas de licencia remunerada para las madres. Más de la mitad (114) de las economías analizadas estipulan una licencia remunerada para los padres, pero la duración promedio es de solo una semana. El año pasado, la Región Administrativa Especial de Hong Kong (China), que anteriormente ofrecía 10 semanas de licencia remunerada por maternidad, estableció la duración mínima recomendada de 14 semanas. Armenia, Suiza y Ucrania incorporaron la licencia remunerada por paternidad. Colombia, Georgia, Grecia y España, además, establecieron la licencia parental remunerada, que ofrece a ambos progenitores algún tipo de licencia pagada para cuidar al niño o niña después del nacimiento. Las leyes que promueven la licencia remunerada para los padres pueden reducir la discriminación en el lugar de trabajo y mejorar el equilibrio entre la vida laboral y personal.

Para que el cuidado infantil resulte más asequible y se utilice ampliamente, algunos países ofrecen apoyo financiero a las familias o a los proveedores de estos servicios. En esta investigación, también, se analizaron varios aspectos referidos a la calidad de las prestaciones que están sujetos a regulación, como la proporción de maestros por niño, el tamaño máximo de los grupos, los requisitos de capacitación para los docentes y las exigencias que deben cumplir los proveedores de estos servicios en relación con las licencias, las inspecciones y la presentación de informes. Es necesario recabar más evidencias sobre lo que constituye un servicio de buena calidad y sobre los aspectos de la calidad que podrían determinar que las familias utilicen estas prestaciones.

En esta edición también se examina cómo funcionan en la práctica los indicadores de La Mujer, la Empresa y el Derecho en 25 economías. Un análisis de los esquemas de implementación de las leyes revela una brecha significativa entre la legislación que figura en los códigos y el funcionamiento legal. Las leyes por sí solas no son suficientes para lograr mayor igualdad de género: entran en juego no solo su implementación y cumplimiento, sino también las normas sociales, culturales y religiosas. Estas brechas se analizarán más a fondo en las futuras ediciones del informe La Mujer, la Empresa y el Derecho.

Aspectos regionales destacados

Economías avanzadas: Las economías avanzadas continúan logrando avances en los indicadores. Grecia, España y Suiza reformaron sus leyes en el 2021, todas centradas en mejorar la licencia remunerada para los nuevos padres y las nuevas madres. Doce economías avanzadas, son las únicas economías del mundo que obtienen una puntuación de 100: Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Grecia, Islandia, Irlanda, Letonia, Luxemburgo, Portugal, España y Suecia.

Asia oriental y el Pacífico: La región de Asia oriental y el Pacífico sigue reformando su legislación en favor de la igualdad de género, pero a un ritmo lento. Dos economías de Asia oriental hicieron reformas el año pasado. Camboya introdujo un sistema de pensiones de vejez en el que se equiparó las edades que tanto los hombres y las mujeres pueden jubilarse con pensión completa. Vietnam eliminó todas las restricciones al trabajo para las mujeres.

América Latina y el Caribe: En América Latina y el Caribe, las mujeres acceden a menos de tres cuartas partes de los derechos legales que se otorgan a los hombres. De las 32 economías de la región, dos promulgaron reformas el año pasado. Argentina contabilizó explícitamente los períodos de ausencia por cuidado infantil en las prestaciones de jubilación. Colombia se convirtió en el primer país de América Latina en introducir la licencia parental remunerada, con el objetivo de reducir la discriminación contra las mujeres en el lugar de trabajo. Solo la mitad de las economías de la región garantizan algún tipo de licencia remunerada para los padres.

Oriente Medio y Norte de África: En Oriente Medio y Norte de África, las mujeres acceden, en promedio, a solo la mitad de los derechos legales que se otorgan a los hombres. Sin embargo, esta región es la que más ha mejorado sus leyes gracias a las reformas promulgadas en cinco economías. Bahrein estableció la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor y eliminó las restricciones del trabajo nocturno para las mujeres. También derogó las disposiciones que otorgaban a la autoridad competente la facultad de prohibir o restringir el trabajo de las mujeres en determinados empleos o industrias. Egipto promulgó leyes que protegen a las mujeres de la violencia doméstica y facilitan el acceso al crédito para las mujeres al prohibir la discriminación basada en el género en los servicios financieros. Kuwait prohibió la discriminación por razones de género en el empleo y aprobó una ley sobre el acoso sexual en el lugar de trabajo. Líbano promulgó una ley que penaliza el acoso sexual en el trabajo. Omán permitió a las mujeres solicitar pasaporte de la misma manera que los hombres.

Asia Meridional: En Asia Meridional, las mujeres acceden a solo dos terceras partes de los derechos reconocidos a los hombres en la región. Solamente una economía de la región implementó reformas. Pakistán eliminó las restricciones del trabajo nocturno para las mujeres.

También en la región de África, Angola promulgó una ley que penaliza el acoso sexual en el trabajo. Benín eliminó las restricciones al empleo de las mujeres en la construcción, de modo que ahora ellas pueden trabajar en todos los mismos puestos de trabajo de igual manera que los hombres. Burundi estableció la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor. Sierra Leona facilitó el acceso de las mujeres al crédito al prohibir la discriminación por razones de género en los servicios financieros. Togo introdujo una nueva ley que ya no prohíbe el despido de trabajadoras embarazadas, lo que reducía las oportunidades económicas de las mujeres

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