Un día en 2019, Gabriel Yorio entró a Cetesdirecto para invertir. “Era titular de la Unidad de Crédito Público, iba a comprar un bono que yo emitía. Cuando vi que la plataforma era muy sencilla, me dio miedo”, me confesó, riendo un poco el hoy subsecretario de Hacienda. Desde entonces Yorio se ocupa de hacer de los ahorradores inversionistas, sin olvidar que “no todos podemos ser ahorradores, porque hay un segmento de la población que no va a tener acceso y para eso hay que trabajar otras soluciones de políticas públicas”. Su cometido ha rendido frutos y en julio 33 mil 500 mexicanos abrieron su cuenta en Cetesdirecto, el mayor número de inversionistas nuevos desde su creación hace 12 años. De 2019 a la fecha los contratos de usuarios activos subieron de 240 mil a casi un millón, equivalente a un incremento de 19 mil millones de pesos de deuda comprada a través de la plataforma, a unos 43 mil millones.

“La plataforma crece orgánicamente y hemos hecho una labor de publicidad y mercadotecnia más intensa de la mano de Condusef que surte efecto”, me dijo Yorio. También hay una coyuntura particular, pues “con un impacto inflacionario global muy fuerte, las personas vamos a buscar proteger nuestros ahorros”. Con ese contexto es interesante que Cetesdirecto lanzó esta semana un nuevo producto, los Bonos de Protección al Ahorro a siete años. En el BPA182 del IPAB se pueden invertir 100 pesos con un plazo de intereses de seis meses, paga la tasa más alta entre la inflación y la tasa de interés del bono, y “tiene liquidez diaria”, me dijo el subsecretario. PUBLICIDAD La plataforma quiere “democratizar el acceso a los bonos gubernamentales y acercar a los ciudadanos a la Secretaría de Hacienda.

Queremos fortalecer ese canal dándoles un trato de inversionistas, porque son inversionistas minoritarios con quizá un Udibono, pero son inversionistas del Estado”. Para Yorio, Cetesdirecto es una solución real para cuidar nuestro dinero. No solo es segura, me dijo, hay diversidad de opciones y cada una “hace sentido para diferentes momentos del ciclo económico o del ciclo de política monetaria”. Esto se traduce en flexibilidad para avanzar según la confianza de cada inversionista. Y es de muy bajo costo porque no cobra comisiones, “la tasa que paga el bono se traslada al inversionista”, quien solo paga el ISR sobre la ganancia del interés. El número de inversionistas refleja la madurez de un mercado. “Nuestros mercados son jóvenes y los estamos aprendiendo a usar”, me dijo Yorio, pero es optimista y cree que con educación financiera, nuevos instrumentos, la desregularización del sector y más acercamientos, todos los ahorradores mexicanos seremos inversionistas. Me gustaría que el futuro que tiene en mente el subsecretario se haga realidad. Todos necesitamos que nuestro dinero trabaje solo, se proteja de la inflación y crezca. @vivircomoreina

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